¿Quién no ha trepado a los árboles cuando era pequeño y ha soñado con tener una cabaña ahí arriba? Nosotros lo hacíamos y lo seguimos haciendo aunque ahora con un poco más de sentido común ya que la edad no perdona y hemos dejado de ser de goma como los niños.
Dejando de lado los beneficios de trepar a los árboles, según algunos estudios esta actividad mejora la capacidad cognitiva de niños y adultos, la sensación de estar a varios metros sobre el suelo en estrecho contacto con el viento, la madera y los sonidos del bosque es algo que nadie debería perderse.
Nuestra primera experiencia en uno de estos parques fue hace ya varios años en Francia donde no es extraño que se fusionen las cabañas colgadas de los árboles más grandes e impresionantes que podáis imaginar con saltos pendulares, pasarelas y tirolinas
Esperamos que los ganadores disfruten tanto como lo hacemos nosotros cada vez que os ofrecemos la oportunidad de descubrir nuevas actividades en nuestros queridos bosques.